El acusado de asesinar a golpes a Fernando Báez Sosa pidió la palabra en el juicio. “En la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar”, dijo. Reconoció que las zapatillas analizadas son suyas y que pegó patadas.
Máximo Thomsen, uno de los acusados del crimen de Fernando Báez Sosa, pidió esta tarde declarar en el juicio por el caso, pidió “disculpas” y aseguró que él “jamás” tuvo “intenciones de matar a alguien”.
“Quiero pedir disculpas principalmente porque jamás, jamás en la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien. Yo jamás en la vida tuve esa intención y quiero pedir disculpas”, sostuvo el rugbier ante el Tribunal Oral en l0o Criminal (TOC) 1 de Dolores, a cargo del debate.
Además, habló de cómo supuestamente se enteró que Fernando había muerto: “Al otro día supe lo que había pasado. Cuando estábamos todos en el piso (la policía) nos dice: ‘¿Ustedes saben por qué están acá? Ustedes mataron un pibe’. Ahí me empezó a dar vueltas todo en la cabeza y me puse a vomitar, pero yo hasta el día siguiente no lo creía, mi cabeza no lo podía procesar porque yo no lo entendía”.
Por otra parte reconoció que las zapatillas con sangre que fueron periciadas eran de él y admitió haber pegado patadas.
“Cuando entré a la ronda recibí el golpe y pegué una o dos patadas, no sabría a quién ni cómo”, sostuvo.