Desde la primera imagen con barbijo hasta la actual sin su utilización, el cuerpo de los ocho rugbiers tiene algo que decir aunque no se usen palabras.

Dos fotos, una semana de diferencia. Este lunes el Tribunal de Dolores permitió que las cámaras de televisión y fotografía ingresen a la sala para poder capturar la imagen de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, esta vez sin barbijos.

Ante la circulación de dichas imágenes el comportamiento y las expresiones de los rugbiers denotan ser otra noticia que conlleva en este juicio y por este motivo NA conversó con Hugo Lescano, director del Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal y perito en Lenguaje Corporal del caso Belsunce.

Al ser consultado sobre si hubo alguna modificación entre una imagen y la otra, Lescano explicó: “Con el tapabocas los jóvenes ya habían expresado sus emociones de una forma muy clara. Tenían los ojos entornados, por ejemplo, Lucas Pertossi reflejaba abatimiento, resignación. Otro caso, el de Blas Cinalli, tenía los párpados elevados”.

Aun así, sostuvo que sin barbijo “lo llamativo es que todos tienen la boca cerrada, los labios sellados, algo a tener en cuenta porque pensemos que ellos nunca hablaron por ningún medio. Nos indica que no tienen expectativas de lo que va a ocurrir porque ya lo saben, no tienen ni siquiera una leve emoción de ‘esperanza’”.

A pesar de que muchos manifiestan que en la sala del TOC 1 los acusados no dan señales de lo que sienten, Hugo manifestó que solo con mirar sus caras podemos ver “microexpresiones que revelan sus estados anímicos. La ‘expectativa social’ es que ellos se muestren compungidos, tristes, pero es todo lo contrario y por eso la situación se torna más compleja para quienes siguen el caso”.

24 Horas de Jujuy