Por Diego Nofal
@turconofal
Son las 8, hace frío, mi esposa y mi hija duermen abrazadas, mientras yo las miro parado desde la puerta de la habitación. Las miro y pienso en todas las cosas que pasamos los tres. Veo a mi hija y no puedo evitar emocionarme al pensar en todo lo que el destino le tiene preparado. Aunque también siento mucho temor en imaginar que podría cruzarse con algún Sebastián Villa en su vida y me lleno de ira.
Sebastián Villa, lo conocen. Es el delantero de Boca Juniors que fue denunciado por su expareja Daniela Cortes y actualmente está acusado de violencia de género. Uno pensaría que su club, uno de los más grandes del país, se tomaría en serio una denuncia tan grave. Se equivoca. Boca no solo no sancionó a Villa, sino que además le permitió seguir siendo titular.
El viernes, Sebastián Villa fue denunciado nuevamente, pero esta vez las acusaciones son abuso sexual y tentativa de homicidio. Bueno, ahora sí, Boca va a tomar cartas en el asunto y lo va a separar del plantel. No. No solo no lo separó sino que le permitió jugar la semifinal el sábado pasado. Pienso y pienso y no puedo entender cómo le permitieron a este impresentable tanta libertad.
En el mundo Boca solo importa los goles de Villa, no los golpes que él le da a cada una de sus parejas. Importa que el delantero sea figura del equipo y no que tenga encima tan tremendas denuncias. En el partido ante Racing, la hinchada rival le dedicó varias canciones diciéndole lo que es, un golpeador de mujeres. Después de convertir el penal a favor de Boca, Villa patoteó a los hinchas de Racing haciendo seña que sus insultos no lo habían afectado.
Cuando terminó el partido, Sebastián Villa se paró al frente de la hinchada de Boca y fue ovacionado, porque para los hinchas xeneizes “una cosa es su vida privada y otra la profesional”. No boludo, este tipo de pensamientos invisibiliza la responsabilidad del club. ¿Cuántas mujeres más tiene que golpear Villa para que Boca haga algo? Lo peor de todo, es que Boca tiene una comisión de género, justamente para este tipo de casos. Es una burla
Pero Boca no es conocido solo por los títulos obtenidos en distintas competiciones, es que tiene en su historial una runfla de imbéciles que ya tuvieron causas por violencia de género. Cristian Pavón fue acusado de abuso sexual, Sebastián Villa por lo mismo y Toto Salvio fue más allá y chocó a su exesposa. TODOS fueron titulares y ovacionados.
Hasta que no dejemos de creer la mentira de que la vida privada no tiene nada que ver con la profesional, los Villas, Pavones y los Totos Salvios van a seguir golpeando, abusando y chocando a las mujeres. De una vez por todas, muchachos, pónganse los pantalones y echen a estos cobardes, demuestren un compromiso real con estos temas tan sensibles, por su historia, por su club y sobre todo, por las mujeres.