¡Feliz 2001! No, no me equivoqué, esta es la remake 2022 de uno de los peores años de la historia argentina. Digo uno de los peores, porque en índices el 2021 es un calco del 2001 y, al parecer, en humor social el 2022 nos hará revivir lo peor de aquella crisis.

Esta es una Argentina tanteando en la oscuridad para encontrar el rumbo. Me encantaría que fuera una metáfora, pero es absolutamente literal. Como si algo le faltara a este país empezaron los cortes de luz en pleno verano. Se acuerdan cuando nos reíamos de los que decían que nuestro país iba camino a convertirse en Venezuela, bueno hay que empezar a pedirles disculpas a los que nos avisaron que esto iba a pasar. Los cortes de luz se daban con mayor frecuencia en las provincias más pobres y calurosas del país, pero como eso ocurría lejos del distrito con mayor cantidad de votantes nadie le dio pelota.

En Santiago del Estero con 43 grados, se cortó la luz varias horas, nunca se enterará de esto por los diarios, porque el dueño de la empresa de electricidad es dueño de todos los medios de comunicación de la provincia y del banco donde cobran todos los empleados públicos, que además aparece primero en la lista de los mayores fugadores de dólares del país. Usted  se preguntará por qué no lo denunciaron los que viven hablando de las fugas de dólares, la respuesta es simple, es un banquero y un empresario kirchnerista socio del ultra kirchnerista Gerardo Zamora, sólo por si le interesa su nombre es Néstor Carlos Ick, pero ustedes pueden decirle “EL, segunda parte”.

Pero volvamos al lugar donde atiende Dios: Buenos Aires. Los cortes empezaron a darse en el territorio bonaerense, el único lugar de argentina que existe para el kirchnerismo y donde se concentra el 75% de los recursos nacionales. Allí donde los intendentes cobraron el favor de las elecciones y los habilitaron a ser reelectos se empezaron a apagar las luces. Hambre, pobreza, calor, drogas, inseguridad, falta de luz y agua potable,  los flagelos que se sufren hace años en el interior, llegaron a Buenos Aires y recién empezaron a preocupar al Gobierno.

Es que el coctel de problemas, sin luz que alimente las pantallas, los ventiladores y las cocinas de paco se vuelve en problemón para la única provincia que conoce la coalición gobernante. Con este panorama África empezó a tener miedo de parecerse al conurbano, a Formosa, a Chaco, a Santiago del Estero, en fin los africanos tienen miedo de parecerse a cualquier lugar del país, en el mundo se empezó a hablar de “economía argentinizada”, “pobreza argentinizada” y otras expresiones similares para referirse, siempre, a algo malo que le pasa a un país.

Pero el Gobierno encontró el culpable de los cortes de luz ¿La falta de inversión? ¿La corrupción subsidiaria nacional? ¿Los empresarios amigos como Néstor Ick? Pues no. Según el Gobierno las culpables de los cortes de luz son las granjas de minería de criptomonedas. Sí, escuchó bien, nuestro sistema eléctrico no soporta que una docena de nerds minen criptos. Imaginensé que buena noticia para quienes estaban pensando en poner una fábrica. Decí que fueron granjas de criptomonedas, porque si instalamos 10 automotrices estaríamos a oscuras hasta dentro de 20 años.

En la provincia el aumento de casos de COVID encendió las alarmas, pero no se notó para nada en la Chaya de los Mojones donde los pibes toman del mismo vaso, se besan, se abrazan, bailan, para todos ellos les dejo este mensaje: YO QUIERO CARNAVAL, DEJEN DE PELOTUDEAR, MANTENGAN LA DISTANCIA, USEN SU PROPIO VASO Y PONGANSÉ BIEN EL MALDITO BARBIJO. Gracias, feliz 2001.