Corría el año 2018 cuando decidí volver a Santiago del Estero, dicen que jamás hay que volver a los lugares donde uno fue feliz, pero yo no soy de los que hacen caso. Lo bien que hice, en mi vuelta conocí a Florencia, mi socia, compañera de trabajo y mamá de mi hija. Pero además, asumí la coordinación de la versión digital de uno de los dos diarios principales de la provincia.
En esa tarea me encontré con un diamante en bruto, Milagros Jiménez, que con el tiempo se convertiría en mi mano derecha y hasta el día de hoy, muy lejos de Santiago, sigue siendo una imprescindible en mis equipos de trabajo. Ella tenía una queja puntual, si existía el día del periodista deportivo e, inclusive, el día del movilero, porque los periodistas digitales no teníamos nuestro día.
Empezamos a armar un proyecto y lo presentamos ante una diputada provincial, nos recibió muy bien, nos dijo que era una gran idea y nunca más volvió a recibirnos, atendernos el teléfono o a darle bola a nuestra iniciativa. Yo no soy de los que se desanima rápido, pero esa negativa me hizo olvidar las ganas de volver a impulsar una empresa de este tipo. Todo eso cambió cuando llegué a Jujuy.
Pero antes de continuar, les voy a contar un poco sobre el periodismo digital. Es y sigue siendo en algunas empresas el último eslabón de la cadena periodística, pese a que las versiones digitales de los diarios superan ampliamente en lecturas a las versiones impresas. Eso ocurre porque los periodistas digitales suelen ser los más formados y completos de las redacciones, aunque pocos se den cuenta de ello.
Un periodista digital suele escribir bastante más rápido que un periodista de una versión impresa, es además capaz de conseguir más datos en tiempo real de lo que puede hacerlo alguien que escribe en el impreso. Los periodistas digitales tienen la inmediatez como regla, algo que no existe para quienes recién verán plasmadas sus notas al día siguiente en una versión de papel que casi nadie leerá completa.
Un periodista digital sabe usar programas de edición de fotos, de edición de video, conoce sobre escritura SEO, sabe de búsquedas avanzadas en los buscadores más renombrados, está al tanto de en qué lugar en las redes sociales buscar información y sabe identificar una fake news y una foto falsa usando programas de uso gratuito, aun así hasta hoy en el mundo nadie había reconocido jamás su tarea.
Hablando de reconocer, son muy pocas las empresas en la Argentina que reconocen algo que en el mundo ya es una regla: nadie, salvo algunos románticos, lee diarios en papel. Son obsoletos, costosos, antiecológicos. Seamos sinceros, el único motivo para comprar un diario es tener papel para hacer un asado o secar milanesas. Piense en este momento ¿alguna vez vio a alguien de menos de 40 años parado junto a un canillita comprando un diario?
Pese a esto algunas empresas periodísticas obsoletas no se resignan a no vender sus espantosos manuscritos y han inventado las suscripciones pagas a sus versiones digitales, algo que ya se probó en el mundo y fracasó. No entienden que la información que ellos creen exclusiva llegará a los lectores les guste o no. La información ya no se vende envasada en un diario, pero los dinosaurios del periodismo no quieren aceptarlo.
Por suerte cuando llegué a Jujuy Florencia insistió en aquella vieja idea de la declaración del Día del Periodismo Digital. Necesitábamos algo que les enrostre a los dinosaurios periodísticos el meteorito de futuro que ya decretó su extinción. El mundo de la comunicación cambió y los artífices de ese cambio merecen reconocimiento
Así fue como el proyecto llegó a manos de Leandro Giubergia, el presidente del bloque radical en el Concejo Deliberante capitalino. A diferencia de lo que había pasado en Santiago no sólo nos recibió y nos escuchó sino que nos permitió trabajar en la confección del proyecto y hacer una acabada investigación de cuál había sido el primer diario argentino 100% digital que seguía en funcionamiento.
Así fue como acercamos nuestra investigación y nuestros fundamentos que fueron plasmados en el proyecto que el exsecretario de Trabajo llevó al Concejo Deliberante y que hoy se convertirá en ordenanza. Él fue el que se dio cuenta que la provincia de la energía solar y del cannabis medicinal, es decir de la energía y la medicina del futuro debía ser la primera región en el mundo en homenajear al periodismo del futuro.
Para ser sincero, hasta que conocí a Leandro jamás pensé que aquel proyecto que nació en Santiago se haría realidad. Este es un país que ama a los conservadores y al status quo, por suerte aún hay mucha gente que, como dice Carlos Solari, se da cuenta que “el futuro llegó, hace rato”. En nombre de todos los que abrazamos el periodismo digital: simplemente, GRACIAS.