Por Diego Nofal, para Jujuy Diario
Twitter: @turconofal

 “Les pido que el próximo miércoles celebremos este triunfo como corresponde”, dice Alberto en un mensaje grabado. Claramente fue grabado antes del escrutinio sino no se entiende el nivel de desconexión que tiene el Presidente con la realidad. Los números suben y bajan pero la tendencia es definitiva, el Frente de Todos perdió casi por 9 puntos en el país y en Buenos Aires por un punto y medio.

Eso celebra ahora el Frente de Todos, perder por poco, en el único distrito para el que Gobierna. Lo que dicen es que comparado con las PASO descontaron un punto y medio. Lo que nadie recuerda es que antes de las Primarias pensaban ganar por ocho. Es decir, se olvidaron que están casi 10 puntos debajo de sus previsiones más pesimistas de hace 2 meses.

Pero, claramente, el Gobierno no quiere darle a la militancia un clima derrotista. Pero se olvidó de mirar por la ventana, porque afuera llueve derrota a baldazos.  No habrá pase de facturas públicos, como en la elección anterior, pero todos saben que puertas adentro hay un incendio. No hay nada que festejar, por las dudas cachetearon a la militancia, anunciando un plan económico consensuado con el FMI contra el que cantaban hasta cinco minutos antes de que aparecieran en pantalla los resultados oficiales.

Alberto perdió afuera, pero también perdió adentro. Tuvo que modificar su Gabinete, tuvo que imprimir sin descanso, algo que redundará en una mayor inflación. Pero, además como si fuera poco, esta remontada fue 100% peronista, como dijo mi amigo Luis, son los barones del conurbano, repartiendo, plata, falopa y aprietes, nada que sepan hacer los gilitos de Barrio Norte que integran La Cámpora. A los barones los favores hay que devolvérselos con plata que pase por encima de la caja del camporista Kicillof.

Alberto habla en su mensaje grabado del “ordenamiento de las cuentas del Estado” pero sin “ajuste”. Algo así como decir que vas a cruzar un río a nado sin mojarte, alguna de las dos cosas es mentira. Pero como el deporte favorito del peronismo es cambiar su discurso, que no les extrañe que al ajuste y los despidos le pongan un nombre épico como “programa de sacrificio patriótico general” y salgan a militarlo ciegamente.

Por ahora, el anuncio del  acuerdo con el FMI, mantiene al dólar real alrededor de los 200 pesos (un montón). Pero si seguimos sacando papeles de la maquinita, ese valor va a ser insostenible. La gente se va al dólar porque no le cree nada al gobierno, le va a creer menos cuando empiece el ajuste que supuestamente no iban a hacer o cuando boqueen que van a ir a negociar con el Fondo con una espada, la bragueta abierta y esas idioteces que les encanta decir antes de ir a pedir favores.

Hoy lo único que les importa es que la gente se olvide que hace dos años decían que el peronismo unido era imposible de derrotar en Buenos Aires y que hace dos meses creían que ganaban cómodamente las elecciones que perdieron. Porque nadie dice en el Frente de Todos “bueno muchachos, perdimos, veamos que hacemos porque si seguimos por este camino, ni regalando una heladera por votante ganamos las elecciones”.

Lo que más asombra es la reacción cuasi esquizofrénica de algunos militantes kirchneristas, que automáticamente deciden mudarse a la realidad paralela del Gobierno y festejan haber perdido en el país por dos millones de votos, sólo porque remontaron en una provincia donde jamás perderían si iban unidos. La heladera se les vacía, la plata no les alcanza, sus hijos y hermanos menores se vuelcan a la derecha más abyecta hartos del kirchnerismo, pero ellos siguen pensando que son el pueblo y que ganaron las elecciones.

Me preocupa, igual que a usted, vivir en un país gobernado por personas que viven en una realidad paralela.

Jujuy y la victoria pírrica

En Jujuy el Frente Cambia Jujuy se alza con la mitad de los votos que entraron en las urnas. Parecía un festejo asegurado ayer a las 20, alrededor de las 22 se desdibujaron algunas sonrisas. El gobernador Gerardo Morales se puso la campaña al hombro y quedó a un punto de meter dos diputados, sacando una abismal ventaja de más de 20 puntos sobre el segundo.

La izquierda, que en junio había perdido legisladores provinciales, luego de una paliza histórica de los candidatos de Morales, hoy remonta vuelo y le arrebata un diputado al Frente Cambia Jujuy. La ciclotimia electoral jujeña es algo nunca visto. La pregunta es ¿de dónde salieron tantos votos para la izquierda? La respuesta es simple, del justicialismo decepcionado.

La pata peronista del Frente Cambia Jujuy no logra enamorar a su gente, además milita poco para hacerlo. Por eso aquellos que protestaron contra la candidatura de Leila Chaher decidieron apoyar a Vilca y no a Gaspar Santillán, un tipo bonachón y simpático pero sin peso en las urnas.

Ganar por más de 20 puntos en las elecciones no alcanzó y Morales lo sabe. Necesitaba más representación en el Congreso, necesitaba ser un actor fundamental de la agenda nacional y ahora tendrá que duplicar sus esfuerzos para hacerlo. Su próxima meta es ser presidente de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical, por ahora parece que va a alcanzarla sin mayores problemas. En realidad, su próxima meta es esperar el recuento de votos, poco más de 1.000 boletas electorales lo separan de la meta de conseguir dos diputados, nada está definido aún.

La pregunta ahora, es qué pasará con Natalia Sarapura. No es la ministra más querida puertas adentro, por suerte le regalaron otro ministerio a Isolda Calsina, sino podría tranquilamente ser la que más rechazos suma en la provincia. Parte de la campaña se la pasó peleando con Gustavo Bohuid, otra parte intentado ser protagonista. Con los resultados puestos, claramente no fue una buena estrategia.