Por Diego Nofal
Twitter @turconofal
Por las peleas infantiles, de corte barrial, de este Gobierno, esta semana hemos pasado por alto un dato aterrador. La pobreza es del 40,6%, el 56,3% de los chicos menores de 14 años de este país son pobres. Acá debería terminar la columna, porque no hay nada para analizar, ni nada para decir sobre este tema. No obstante vamos a intentar profundizar un poco más para graficar de manera clara la catástrofe económica que provocó este Gobierno.
Desde que asumió Alberto, en el país se crearon unos 3940 pobres por día, eso es 2,73 pobres por minuto. Es decir que cuando usted termine de leer esta columna habrá en el país 11 pobres más. Cada vez que lleve a su hijo a la plaza y él juegue con otros chicos, piense que la mitad de esos niños son pobres o lo serán unos minutos más tarde. Si subiéramos a todos los pobres que se generan por día a un colectivo, en 10 días la fila de colectivos pasaría Humahuaca.
Usted se preguntará qué está haciendo el Gobierno para superar esta situación. Bueno el Gobierno está en campaña y hablando de Macri. Porque, a decir verdad, la pobreza le importa un carajo, mucho menos ahora que los pobres no los votan. Si usted no cree en lo que estoy diciendo haga un ejercicio, entre a la página de la agencia oficial Télam y miré en qué andan los que deberían resolver la pobreza.
Su preocupación más grave de esta semana fue la crítica de Osvaldo Bazán a una funcionara de Migraciones. Florencia Carignano, hija de Raúl Carignano, que pinta para formar un nuevo clan de empleados del Estado, al estilo de los Cafiero, se enojó porque un periodista le dijo que era una funcionaria menor, sobre todo cuando quiere pasar encima de la Constitución Nacional. La misma mujer que tiene miles de argentinos varados en suelo extranjero hace un año y medio tiene tiempo de salir a contestarle a un periodista.
Lo peor es que se sumó a este tren ridículo, entre otros, Wado de Pedro, el ministro del Interior de un país donde la mitad de los chicos son pobres y donde es el interior el que más pobreza sufre, también salió a contestarle a un periodista. No se entiende en qué país vive esta gente. Sus agendas son electorales, mediáticas e internas. Porque lo único que les importa es que llegue noviembre para ver quién se queda con una migaja más de poder, mientras tanto 3.940 personas por día se quedan sin las migas de pan para morfar al mediodía.
Esta semana me fui a buscar a una curandera ancestral, no la encontré porque paradójicamente estaba enferma. Primero tenía que mejorar ella, luego podría atendernos para compartir parte de su sabiduría con nosotros. Es una metáfora de este Gobierno, primero van a salvarse ellos, van a superar sus problemas, van a acomodarse en su cargo ellos y sus familiares, después verán si tienen tiempo para nosotros.
Mientras tanto en Jujuy, como si no tuviéramos los mismos problemas que en el país, tenemos que andar corriendo detrás de un montón de mocosos idiotas y de empresarios que decidieron “salir del circuito de diversión tradicional” para organizar fiestas clandestinas con “invitados” de otros países y provincias. O sea, todos los malditos bares y pubs están abiertos hasta las 5 de la mañana, es gente que se bancó la pandemia, que pagó empleados y que padeció meses de inactividad, sólo para que cuando esta pandemia termine tengas dónde ir a sentarte a tomar una birra y a bailar un rato ¿de verdad vas a ser tan idiota para ir a una fiesta sin permisos, sin seguridad y dónde, como agravante, terminás la noche preso?
No voy a decir que estas fiestas son peligrosas porque corre droga, porque falopa podés comprar en esquina de tu casa, estés en Punta Diamante o en Los Perales si no lo sabías, ahora lo sabés. Estas fiestas son peligrosas porque carecen de seguros, de seguridad privada, son en lugares donde difícilmente llegará una ambulancia si la necesitas y, por último, si te pasa algo nadie se va a hacer responsable.
Si sos uno de los pibes que se dejó seducir por esa mentira de “salir del circuito de diversión tradicional”, te cuento que no hay nada más tradicional que las fiestas clandestinas, se hacen desde que tus viejos eran chicos y es un verso para que los empresarios ganen más plata sin pagar impuestos, permisos y donde lo único que ponen en riesgo es tu seguridad. Yo fui igual de ingenuo cuando era pibe, vos tenés internet, celulares, información 24/7 no seas tan idiota como yo y andá a un Pub habilitado.
Me hubiera gustado cargar a esta columna de humor como lo hago habitualmente, pero ayer pasé por la plaza de mi barrio, no puedo quitarme de la cabeza la idea de que la mitad de los pibes que vi están debajo de la línea de la pobreza y no puedo dejar de pensar en sus viejos que no saben que darle de comer hoy a esos chicos.