Por Diego Nofal para Jujuy Diari
Twitter: @turconofal
Corría el año 1996, Ramón Díaz volvía a sacar a River Plate campeón de la Libertadores de América, pocos minutos antes que terminara el partido alguien apareció cerca del banco de suplentes como una botella de champagne. El entrenador millonario explotó y mandó a “sacar del estadio” (sí, a la vereda) a quien había cometido la afrenta de festejar el triunfo antes que fuera consumado. Espero que ayer alguien haya corrido del bunker a Victoria Tolosa Paz. Lo mismo a Cristina Kirchner.
A primera hora de la mañana, la vicepresidenta fue a votar a Santa Cruz, posó con su sobre, ensayó bailecito para los fotógrafos. A las 18.30, Victoria Tolosa Paz convirtió el bailecito en un pogo peronista festejando el triunfo. Tres horas después, la única música que sonaba en el bunker era la danza de los culpables.
El peronismo sólo perdió tres elecciones de medio término en su historia, dos de ellas las perdió el kirchnerismo, una con Cristina encabezando la lista y otra con Cristina como líder del Frente de Todos. Pero claro, nadie va a achacarle culpas a Cristina, menos teniendo un punching ball profesional como Alberto. La jefa no es la mariscal de la derrota. Aunque la derrotada sea ella siempre se aplica la máxima kirchnerista “la culpa es de otro”.
Cristina no entrega los atributos de mando, Cristina no reconoce derrotas, Cristina nunca pierde, ella jamás será la “madre de la derrota”, cuanto mucho, será una prima segunda. Pese a que La Cámpora impuso sus candidatos en todo el país (salvo provincia de Buenos Aires y CABA) y perdió en 17 provincias, jamás se harán cargo de la derrota. Son malos perdedores y peores ganadores.
Tampoco admitirán que difundir el video de la fiesta en Olivos, una idea nacida en el seno de los estrategas camporistas fue una estupidez más grande que una casa. Pero al menos ahora tienen una excusa para volver a culpar a Fabiola por algo, en este caso por una derrota estrepitosa en el país. Lo extraño es que hace una semana mandaron a todas las encuestadoras amigas a decir que ese incidente no restaba votos al Frente de Todos y ahora pretenden que ese hecho sea el desencadenante de una paliza histórica.
Obviamente esta mañana los otros primos de la derrota salieron a poner excusas. Santiaguito Cafiero, salió a decir que “a los oficialismos en el mundo les pasó esto”. El problema no es la inflación, ni la pobreza, ni el vacunatorio VIP, es ser oficialistas. Al final de la entrevista aclaró que él no era responsable de la paliza electoral y que “ningún compañero me dijo que me tengo que ir”, eso en idioma kirchnerista significa que ya lo rajaron y que está buscando laburo, recibimos en exclusiva un adelanto de su CV, en experiencia laboral hay una sola línea, dice “nieto del Cafiero de verdad”.
Pero la que mejor aprendió la receta kirchnerista fue la amiga y compañera de Alberto, Victoria Tolosa Paz, después del papelón de salir a festejar varias horas antes de que estén los resultados se fue del bunker sin decir una sola palabra. Pero esta mañana salió a decir que “el Presidente tiene que tomar el toro por las astas”. O sea, nada tuvo que ver en la derrota que ella sea candidata, ni las estupideces que dijo en campaña mientras la gente se muere de hambre, el motivo de la derrota es que Alberto no tomó las riendas como debía. En algo tiene razón Tolosa, en el peronismo se garcha, el problema es cuando tu ex tóxico llamado Juntos por el Cambio te garcha tan seguido.
Jujuy se levantó con el pie izquierdo
En el ámbito local, es complicado hablar de la madre de las derrotas, sabemos que la hija de la derrota fue Leila Chaher. Pobre, padeció el enojo de los dirigentes locales que no quisieron acompañarla porque “fue impuesta desde Buenos Aires”, lo cual es cierto, pero ella es la menos culpable de eso y hoy paga los platos rotos de un Partido Justicialista que rompieron otros, ella llegó cuando todo estaba quebrado.
Esta mañana tímidamente agradeció a los 100 mil jujeños que la había acompañado en las elecciones, sin contar que la izquierda vernácula les respira en la nuca y que en varias localidades los dejó terceros. El Frente de Todos en Jujuy hizo una pésima elección, aún usando recursos del Estado nacional y promocionando la vacunación como un logro partidario no les alcanzó, otra vez la provincia les dio la espalda.
La que se vio exultante fue a Carolina Moisés, aparentemente apagó la tele, escondió la cabeza bajo la tierra y sólo decidió ver los resultados favorables y los miró mal. Ayer festejó el apoyo de los sanpedrinos al Frente de Todos. Claro, eso si no reparamos en el detalle que el FdT perdió por 10 puntos en San Pedro. No obstante todos sabemos que Caro siempre tiene motivos para brindar.
En el oficialismo provincial se festejó los 18 puntos de diferencia sobre el kirchnerismo, pero mirando de reojo al crecimiento de la izquierda que amenaza con llevarse un diputado nacional en las generales. No obstante el Frente Cambia Jujuy, tiene mucha confianza en lo que llaman el «sprint final», que siempre en las generales termina traccionando más votos que en las PASO. De hecho aún se esperanzan en colocar tres diputados nacionales en el Congreso.
Gerardo Morales, por su parte, se fue a Buenos Aires a festejar el triunfo de Juntos por el Cambio, las figuras porteñas no le asustan, todavía sueña ponerse la banda presidencial. Porque garcha el peronismo, pero es la UCR la que se reproduce, de las 17 provincias donde triunfó Juntos por el Cambio, en 14 los candidatos los aportó el radicalismo.
La semana pasada les anticipé que mi columna se iba a publicar el lunes. Porque nada es mejor para un periodista que hablar con el diario del lunes, para decir “yo les avisé que esto iba a pasar”.