Por Diego Nofal, para Jujuy Diario
Twitter: @turconfal
Cuando pensábamos que la gestión de la pandemia había herido de muerte a la educación argentina, nos damos con dos ejemplos muy nacionales de que siempre se puede caer más bajo. Por un lado Gustavo Albonico, un docente prodictadura y misógino fue nombrado, por segunda vez, director de una escuela, la primera vez no pudo asumir por el reclamo comunitario. Pese a que no tengo idea que conocimientos inculca Albonico, coincido en que un tipo así no debería educar niños.
Por otro lado tenemos el caso de Laura Radetich, una docente de La Matanza, de ella sí sabemos qué hace en el aula. La filmaron cuando le gritó a un chico por poner en duda que Mauricio Macri fue el culpable, de la crisis argentina, la devaluación y de crear una raza de carpinchos sedientos de sangre de caniche toy.
En ciudad de Buenos Aires, lo de Gustavo Albonico pasó casi desapercibido, la ciudad tomó el guante, hizo mutis por el foro, suspendió la designación y acá no ha pasado nada. Con la docente de La Matanza hubiese pasado lo mismo si el kirchnerismo no tuviera un ejército de talibanes que defiende cualquier idiotez. Lo más grave de esto: a la cabeza del ejército de justificadores está Alberto Fernández.
El presidente calificó los gritos de la maestra como un “debate formidable”, porque “le abre la cabeza al alumno, lo invita a pensar, lo invita a discutir, es una forma de abrir la cabeza de la gente”. La otra forma de abrir la cabeza del kirchnerismo, según cuentan los chismes, es encerrarte en un baño de Puerto Madero y hacerlo parecer un suicidio, repito, esto es un chisme.
Pero entramos en la recta final de cara a las elecciones y los candidatos del kirchnerismo lo único que piden es que Alberto no los “ayude” más. Los números preocupan al Frente de Todos, necesitan al menos la mayoría simple en Diputados y hay enormes posibilidades que no la consigan. Como si fuera poco la alianza con los partidos provinciales, a medida que los errores del Gobierno se multiplican, se hace cada vez más endeble.
Para el macrismo, el camino tampoco es fácil, con una guerra ya declarada con sus socios de la Unión Cívica Radical, enfrentan una parada difícil. Sin un líder definido les es imposible fidelizar votantes. El macrismo paladar negro, no está conforme con la lista que mandó a jugar Horacio Rodríguez Larreta. Con Mauricio Macri y Patricia Bullrich desplazados de la campaña, el núcleo duro de votantes no está convencido de acompañar a la lista del PRO en las PASO, como si fuera poco el “fenómeno” José Luis Espert y Javier Milei amenaza restarle votos.
Voy a detenerme en el “fenómeno” libertario. Para los que se preguntan ¿qué es? sepa que todos nos preguntamos lo mismo. Es una suerte de anfótero que va desde la derecha más abyecta al liberalismo, algunos están a favor de todas las libertades individuales, pero en contra del aborto y de los movimientos feministas, otros protestan contra el adoctrinamiento y los dogmas pero son católicos. El gran mérito de los libertarios, haber hecho miles de cuentas en Twitter, para escribir muchas veces la palabra falacia. Su logro secundario es ser funcionales al kirchnerismo que tanto critican. Milei y Espert saben que favorecen a Alberto, pero no les importa, porque claramente alguna ganancia obtienen de su incongruencia ideológica y la confusión de sus militantes.
Elecciones, viajes y aprietes
En el orbe local la lista oficial sigue a paso firme. Gustavo Bacha Bouhid y Natalia Sarapura aún siguen sin saludarse puertas adentro, pero apenas alguien acerca un celular o una cámara de fotos se abrazan como si hubiesen metido el gol de la final. En la vereda del Frente de Todos, las cosas tampoco vienen bien, Leila Chaher no termina de convencer, por eso su mecenas Carolina Moisés tuvo que hacer algo que odia: venir a Jujuy. Caro se puso al hombro la campaña y el FdT comienza a repuntar en la recta final, pero hasta ahora los números siguen dictando que Morales se quedará con los tres diputados y fortalecerá su posición en el Congreso Nacional.
Otro de los hechos destacados de la semana que no pienso dejar pasar es el apriete a Sebastián Abraham, un colega que ahora es hostigado por el gremio de municipales SEOM. Sebastián estuvo parado en el lugar indicado, en el momento indicado, lo que tienen que hacer los 9 de área y los periodistas. Ahí filmó un enfrentamiento entre sindicalistas y policías. Fruto de las imágenes un sindicalista terminó preso. Como es más fácil apretar a un periodista que a un fiscal se la agarraron con Sebastián. Nosotros nos solidarizamos con él y nos enorgullece que haya periodistas jujeños que tengan el instinto periodístico a flor de piel.
También esta semana, el Gobierno decidió disolver una agencia de viajes llamada Banco de Desarrollo, tal vez porque no era tan exitosa. El único cliente de la agencia parecía ser su presidente Marcelo Fernández que realizó casi 250 viajes al exterior. La Legislatura miró para el costado, rápido pateó la pelota al touch y a jugar en otra cancha. Nadie quiso hablar demasiado del tema, pero detrás de las paredes de la Casa de Gobierno, se escuchan los gritos pidiendo explicaciones.
Sólo quedan 10 días para las PASO, que vendrían a ser algo así como las encuestas más caras del mundo. En esta recta final no es aconsejable equivocarse. Pero los errores locales son nimios tropiezos comparados con los que comete el Presidente, arrastrando hacia abajo los números del FdT. En este marco, el sueño de la Reforma Judicial de Cristina queda muy lejos y la crisis interna en el Gobierno nacional está a la vuelta de la esquina.