vacunación

Por Diego Nofal, para Jujuy Diario

“Simplificas las respuestas de este mundo complicado
mientras el sabio se preocupa, el idiota es relajado
aunque también la idiotez puede ponerte nervioso
no hay nada más preocupante, que un idiota peligroso

Un idiota es aquel que no aprende del pasado
un desinformado que no escucha al informado
un idiota por debajo del nivel
un idiota es el que cree que todos son idiotas menos él”,
Calle 13.

Si hay algo por lo que he tenido problemas en mi vida, es por ser un defensor a rajatabla de la libertad de expresión. Nadie va a regular lo que puedo y no decir. Nadie va a decirme qué cosa puede o no parecerme graciosa. Pero, por sobre todas las cosas, nadie puede censurar un comentario que no menoscabe la integridad del otro o ponga en peligro su vida o su salud. Así que con la libertad que me asiste lo voy a decir con todas las letras, usted no es un antivacunas, usted es UN PELOTUDO, pero sobre todo es un irresponsable que pone en riesgo la vida de su familia y la de la mía.

Para ilustrar lo irreductible de mi defensa a la libertad de expresión, voy a contar una anécdota personal. Hace unos días tuve una fuerte discusión con mi novia por los comentarios de un relator sobre una referí. Los comentarios hacían referencia a la belleza física de la arbitró, pero de ninguna manera menoscababan su habilidad como deportista, ni sugerían que ocupaba ese lugar por su aspecto. Se tildó al locutor de acosador, pese a que sus comentarios no generaron incomodidad alguna en la referí, defendí su derecho a resaltar lo que se le diera la gana y luego bancarse las críticas. Con los antivacunas no pasa lo mismo, ellos sí ponen en riesgo a la gente y menoscaban la integridad del tejido social.

Aunque considero que son unos imbéciles y que nada de lo que diga alterará esa condición voy a detenerme a refutar sus argumentos. No voy a hablar de la justificación general de estos muchachos para no vacunar a sus hijos, con que no quieran que sus vástagos se acerquen a mi hija, a mis sobrinos o sobrinas, me conformo. Pero me voy a detener en las justificaciones que usan para rechazar las vacunas contra el COVID-19, sólo porque son lo más ridículo que escuché en mi vida.

La primera y más difundida: las vacunas están en Fase 3 y no terminaron de ser investigadas. Falso, la última en concluir su Fase 3 fue Sputnik V, si bien algunos investigadores no confían en las conclusiones por la negativa del Instituto Galmaleya a entregar parte de la documentación, la tercera fase ya concluyó y la vacuna es segura, como todas las que se aplican en el mundo.

Pero ese es el argumento serio, vamos a los más desopilantes. Uno de ellos es que las vacunas contienen óxido de grafeno, de ahí la aparición de los videos de gente con cucharas pegadas a los brazos merced a un magnetismo provocado por este compuesto. Lo primero, el compuesto no es magnético, para eso habría que mezclarlo con óxido de hierro y en cantidades importantes. Segundo, puede hacer usted el experimento en su casa, use un imán y notará que la mayoría de los cubiertos de su casa son de aleaciones no magnéticas, para probar el magnetismo de la vacuna deberíamos acercar una brújula al brazo del inoculado, usted no vio nunca ese video porque, simplemente, no existe.

Uno de mis favoritos es que con las vacunas nos insertan un chip de rastreo y control mental. El responsable de esto es algo a lo que llaman, genéricamente, “el nuevo orden mundial”. Bueno avisenlé al nuevo orden mundial que les hubiera salido mucho más barato comprar Android y Twitter, hubiesen ganado mucho más dinero y podrían controlar a toda la población sin necesidad de andar negociando con todos los gobiernos la compra de vacunas, fabricando nanochips microscópicos súper costosos y esas cosas. Según los antivacunas, este «nuevo orden mundial» está integrado por las personas más ricas e influyentes del mundo y, aparentemente, también por las más estúpidas.

Otra de las excusas es que, según los que se oponen a la vacuna del COVID-19, es imposible que se haya desarrollado tan rápido una vacuna contra esta enfermedad, cuando otras no tienen. Ponen como ejemplo al cáncer, bueno muchachos, primero el cáncer no es un virus, es una anomalía celular que está presente en nuestro cuerpo, no podemos combatir con una vacuna algo que ya viene con nosotros.

El otro ejemplo es la diabetes ¿de verdad? No se dan cuenta que la diabetes no es un virus, no pueden inocularte diabetes, ni nada parecido para que tu cuerpo genere inmunidad porque tu cuerpo nunca podrá combatir desequilibrios orgánicos, es como buscar una vacuna para las fallas renales o la miopía. También mencionan al HIV, chicos la industria farmacéutica se preocupó primero en desarrollar una cura y llegaron bastante cerca, hay gente infectada con HIV hace 30 años que lleva una vida normal. Pero además Timoty Brown y Adam Castillejos se curaron del virus y, por último, la vacuna contra el HIV está en fase 3 y se presentará en navidad de este año.

Pero, además el síndrome respiratorio agudo grave (SARS), que es provocado por el COVID apareció en 2002, es decir que hace 20 años que está en estudio, no hicieron una vacuna en 3 meses, ni mucho menos. Sí, se desarrolló más rápido que otras, pero es una muestra clara de lo que se puede hacer cuando todos los recursos de las empresas farmacéuticas mundiales se abocan a una misma investigación. Lo extraño es que nadie reparó en que esto ya había ocurrido, la vacuna contra la gripe H1N1, también se desarrolló en pocos meses, por lo mismo que la del COVID-19, porque era una variación de una enfermedad que ya estaba en estudio.

Pero el argumento que más me gusta refutar, es el del control poblacional. Según los argumentos de los antivacunas el “nuevo orden mundial” busca reducir la población, por eso nos inoculan un veneno que nos matará en un tiempo que va de 3 a 10 años. Que gracias a eso ganan dinero y de paso eliminan a la mitad del mundo.

La verdad que este “nuevo orden mundial” está lleno de idiotas. ¿Por qué nos enfermarían y nos darían una vacuna para matarnos? ¿Por qué no dejar que nos mate el virus o mejor aún, por qué no soltar uno más letal? Con 20 estornudos en el aeropuerto de Atlanta y en el de Barajas contaminas 500 aviones con ébola y chau, es el fin del mundo. ¿Lo hacen para ganar dinero y salir impunes? Pero supuestamente son los dueños de todo el dinero del mundo y de los medios de comunicación, podrían quedarse nuestra plata, matarnos a todos y simplemente manipular los medios para resultar inocentes. El nuevo orden mundial está lleno de tarados innecesariamente complicados o los antivacunas son todos idiotas, me inclino fuertemente por lo segundo.

Los argumentos del nuevo orden mundial y la vacuna que nos matará en 10 años me recuerda a las viejas películas de James Bond, donde el villano en lugar de pegarle un tiro y tirar el cadáver en una zanja, le cuenta todo su plan y quiere asesinarlo de una forma innecesariamente complicada, tipo meterlo en un tanque de mojarras para que los peces se lo coman paulatinamente en un tiempo que va de tres a diez años. Siempre termina en que James Bond se libera de una manera igual de complicada y termina frustrando los planes del malhechor.

A los jujeños les recomiendo vacunarse y no dejarse llevar por argumentos ridículos, salven sus vidas, ya hemos perdido demasiado, hombres y mujeres por este virus, no sean ustedes los siguientes. A los antivacunas les recomiendo una buena aseguradora de vida y les ruego encarecidamente permanecer lejos de mis hijos, mi familia y mis amigos.  Por último a los amigos del “nuevo orden mundial” les recomiendo ver El Satánico Dr. No, de verdad lo necesitan.