Hace 30 años Sadam Hussein popularizó la frase “la madre de todas las batallas”, corría el año 1991 y estaba convencido de que su lucha debilitaría de una vez, y para siempre, el poder de los Estados Unidos. Nada de eso pasó. Este fin de semana en Jujuy, Gerardo Morales está lejos de librar la madre de las batallas que le quedan estos dos años, pero esta es al menos la hija no reconocida de las que le quedan por delante. Eso no la hace, de ninguna manera, la menos importante. De hecho, todo lo contrario, es la que hay que ganar, para poder librar las siguientes.
Antes, nos pongamos un poco en contexto, esta semana en el país pasaron cosas y muchas. La primera de ellas es que nos enteramos que hay seis millones de personas esperando su segunda dosis de Sputnik V. Así que hubo que acomodar el discurso, ahora según el hijo y nieto del Estado, Santiaguito Cafiero, la primera dosis de la Sputnik V es mejor que el traje de IronMan, te protege contra el COVID-19, contra la gripe, contra la lepra, cura amarres, mal de ojo y funciona como seguro contra tercero en caso de siniestros viales.
Además nos desayunamos con la noticia de que a Argentina le bajaron la calificación del índice que elabora el banco Morgan Stanley ahora estamos en la categoría de “mercado standalone”, que compartimos con potencias mundiales como Zimbabwe y Botsuana. Es raro, pero se quejaron cuando un periodista habló de la “africanización del conurbano” por lo que decidieron africanizar todo el país. Pero para ponerlo en palabras que todos entiendan, lo que significa es que para invertir en nuestro país tenés que tener muchas ganas de perder plata, porque somos un país con poco acceso a capitales, poca circulación de dinero y donde el gobierno puede cambiar las reglas de un día para el otro.
Frente a esta situación ¿ustedes creen que el Poder Ejecutivo se hizo cargo? Acertaron, el gobierno decidió culpar a Mauricio Macri, que hace dos años que dejó el gobierno. Seamos realistas Macri no es la moneda más reluciente de la fuente, ni siquiera es la que está entre las que brillan de vez en vez, pero de ahí a culparlo por cada uno de los males de este país hay un abismo. Argentina sigue sin rumbo, económico político o de cualquier otro tipo, somos un barco con dos capitanes, en realidad una capitana y un contramaestre que hace rato quiere tirarse al mar y eso es lo que ven los mercados internacionales, es un problema porque somos un país sin dólares y sin la inversión extranjera estamos en problemas y muy graves.
Entonces el olor a sangre atrae a los tiburones. Estamos en un hito histórico similar al 2003, todos se animan a ser candidatos, pero en realidad nadie quiere agarrar este muerto. En cualquier otro país podríamos decir “lo bueno es que no podemos estar peor”, pero eso lo dijimos en el 2019 y ahora, increíblemente, estamos mucho peor. Argentina es la peor oferta para un político, aun así hay algunos dispuestos a aceptarla uno de ellos es Gerardo Morales, pese a la férrea oposición del sector macrista de Juntos por el Cambio.
La fanaticada mauricista salió a desgastar la figura del jujeño y, como decía Pedro Aznar, “la carne más barata del mercado es la carne negra”, ven en Morales, un hombre simple del interior más lejano a la capital nacional, una figura fácil de horadar. Para los porteños, indistintamente el color de nuestra piel, somos cabecitas negras, aborígenes semialfabetizados incapaces de regir los destinos institucionales de la patria. No obstante el obstinado Gerardo va y ya empezó a hacerse un lugar en la escena nacional. Hasta hace algunos días, la discusión en la oposición parecía una rencilla del Country de Pilar, entre Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri. Pero desde el norte apareció Gerardo Morales con un mensaje muy claro, nos gobernaron desde CABA demasiado tiempo es hora de federalizar el poder, es hora de mirar al norte, donde el litio, llamado “oro blanco”, le da a nuestro país una posición estratégica en el mundo.
El último presidente del norte del país, dejó su cargo en 1904, a principios del siglo pasado. Lo que hace muy claro el porqué de la actual situación en la región norte, plagada de caudillos y miseria. Un país que hace 50 años subsidia a la región sur como si el Chaco, Formosa, Santiago del Estero no necesitaran ayuda nacional. Justamente ahí es donde afloran los caudillajes, la dependencia estatal, la falta de oportunidades, la falta de agua potable, entre otros tantos padecimientos. Somos el principio de la patria y nos gobiernan los últimos en sumarse el país. “Acá nació la patria” declama Morales y no está errado, el acto de arrojo y sacrificio jujeño fue el puntapié inicial de nuestra libertad. Cuando los jujeños Manuel Padilla y José de la Quintana cruzaban el país en 1853 para darle inicio a la era constitucional de nuestra Nación, los porteños aún discutían como conservar sus privilegios y si querían ser parte de la Argentina.
Pero para que Morales pueda empezar a pensar en la posibilidad de aspirar al sillón presidencial hoy tendrá su primera parada. Debe mostrarle al país que puede ser toro en su rodeo, para pretender ser torazo en rodeo ajeno, la prensa nacional llegó masivamente a Jujuy, quiere escuchar al gobernador de la provincia. También comprometieron su visita Martín Lousteau, Mario Negri e inclusive se especuló con la llegada de María Eugenia Vidal, la primera figura del PRO en ver con buenos ojos un desembarco nacional de Morales. La de mañana es la primera de muchas batallas que tendrá que ganar el jujeño si quiere ser presidente, no será la madre de las batallas, pero al menos es la primera de ellas y hay que ganarla.