El concejal Leandro Giubergia se hizo eco de la situación de Milagro Sala, quien fue acusada de armar un escrache hacia el gobernador Gerardo Morales. A través de su cuenta de Facebook, el edil hizo fuertes declaraciones.

«Mientras trabajamos, mientras construimos escuelas, mientras pensamos día y noche como darle trabajo y mejor calidad de vida para los jujeños, en las sombras, los violentos, los que añoran el pasado de pobreza y desesperanza siguen operando. Quieren volver a sumir a Jujuy en el caos, quieren volver a los cortes de calle y los aprietes, eso es algo que jamás vamos a permitir». Comenzó diciendo Leandro Giubergia indignado.

«Hoy se hizo pública una escucha telefónica donde Milagro Sala, la que está presa en su casa, supuestamente enferma y casi postrada, organiza manifestaciones, no sólo contra la construcción de una escuela, organiza manifestaciones en contra del bienestar de los jujeños, en contra de la educación y en contra de un mejor futuro para nuestros niños.» Continuó el concejal

«Cuanta razón teníamos hace unas semanas cuando les decíamos que detrás de las manifestaciones en Campo Verde no había vecinos, sino que estaban los que querían volver al pasado, que detrás de las protestas estaba la mano de Milagro Sala. No nos equivocamos, como tampoco estamos errados cuando les decimos que si dejamos avanzar a esta gente, vuelve el miedo, vuelve el caos y Jujuy volverá a ser una guerra de jujeños contra jujeños». Manifestó Giubergia.

«En Buenos Aires, todavía dicen «pobre Milagro, es una mujer grande, es una presa política», yo les digo que vengan a Jujuy que hablen con los jujeños. Milagro Sala no es una víctima, es una delincuente que tiene el privilegio de estar en su casa intentando destruir Jujuy. No le vamos a permitir que avancen, no vamos a permitir que juegue con el futuro de nuestros niños, si ellos tiran piedras, nosotros vamos a recogerlas y a construir escuelas, si nos gritan, nosotros vamos a bajar la voz para educar a nuestros hijos en la paz y el respeto. Nunca más a la violencia, nunca más al temor y al apriete, nunca más a Milagro Sala». Cerró Giubergia